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Lo último que muchas personas quieren hacer es pensar en el final de sus vidas. Sin embargo, la mayoría de la gente quiere ayudar a que la vida de los miembros de la familia sea más fácil, si es posible. Tomar algunos pasos simples con respecto a las cuentas bancarias facilitará el manejo de un patrimonio para los familiares sobrevivientes u otros beneficiarios.
El titular de una cuenta bancaria puede designar beneficiarios. En la mayoría de los casos, se trata de seres queridos del difunto, como un miembro de la familia, pero un beneficiario puede ser cualquier persona o personas específicas. Un beneficiario también puede ser una entidad, como una organización benéfica. Los titulares de cuentas pueden dividir los fondos en porcentajes para su distribución entre los beneficiarios. Las personas o organizaciones benéficas que figuran como beneficiarios solo necesitan mostrar una prueba de identificación para que los fondos se transfieran a sus cuentas. Esta transacción nunca podrá realizarse mientras el titular de la cuenta aún esté vivo.
Otra opción es tener una cuenta conjunta con otra persona. Luego, si uno de los titulares de la cuenta muere, el otro simplemente se hace cargo de la cuenta y todos los fondos que alguna vez se compartieron ahora pertenecen a esa persona. Por lo general, estas cuentas son para individuos y un familiar o socio comercial. Cada titular de la cuenta tiene acceso y control total sobre todo el dinero en la cuenta conjunta. Las cuentas conjuntas pueden tener algunos inconvenientes. Cualquiera de los titulares de la cuenta puede retirar una parte o la totalidad del dinero. Por esta razón, las personas deben tener mucho cuidado con alguien con quien comparten una cuenta. Por el contrario, agregar beneficiarios a una cuenta solo otorga acceso a los fondos después de que el titular de la cuenta haya fallecido.
Si los titulares de cuentas bancarias fallecen sin haber establecido una cuenta conjunta o enumerar a los beneficiarios, las instituciones financieras no saben qué hacer con los fondos. Cualquier persona u organización que busque retirar dinero o cerrar la cuenta de una persona fallecida deberá proporcionar documentación legal. Este requisito podría implicar visitar el tribunal de sucesiones para convertirse en el representante personal del patrimonio del difunto y posiblemente trabajar con un abogado.
Agregar beneficiarios o titulares de cuentas conjuntas a una cuenta bancaria requiere un pequeño esfuerzo. Tome los pasos ahora para organizarse. Es fácil y proporciona tranquilidad.